Martha Lucía Castro Espitia

Técnica en electrónica

Martha Lucía Castro Espitia

Nació en Moniquirá, Boyacá. Es la mayor de 7 hermanos, sus padres decidieron dejar el campo e irse a la ciudad cuando era aún pequeña, al cumplir 10 años y ya acostumbrada al ritmo capitalino, sus padres deciden volver a la zona rural ya que la supervivencia en la ciudad cada vez se presentaba más adversa. La escuela más cercana que tenía, en Moniquirá, estaba a hora y media de camino andando y sólo ofrecían hasta quinto de primaria.

Cuando terminó, deciden enviarla a Bogotá a trabajar para que comience a colaborar económicamente con la familia, necesitaban de su ayuda ya que uno de sus hermanos sufre una discapacidad física y las opciones de acceder a educación con personal capacitado y especialistas en la zona rural donde creció, fue inalcanzable.  

La escuela donde Martha había estudiado se transformó en colegio y Martha decide volver junto a su familia  donde finalmente puede continuar sus estudios.

Se establece en Facatativá, dedicando la mayor parte de su tiempo al cuidado y formación de su hija con capacidades especiales. Sin embargo sus ganas de continuar estudiando estuvieron siempre presentes llevándola a graduarse en técnica en electrónica de FUNDEC, a raíz de su paso por esta institución y dado su buen rendimiento, fue postulada para el proyecto de DynamoLab. 

El interés de Martha en energías renovables, surge a partir de su experiencia cuando vivía en la zona rural. Los racionamientos de energía generados por un fenómeno climático llamado “El Niño”, ocasionaba sequías, que afectaban directamente los niveles de los embalses hidroeléctricos, el racionamiento de luz duraba hasta 9 horas diarias. Cuando no era por esta razón, la lluvia o el viento y las malas instalaciones, causaban apagones constantes por los daños de los transformadores y las cañuelas. El acceso a la electricidad llegaba a ser imposible en días, semanas o meses. 

A partir de la formación de DynamoLab, Martha quiere usar su aprendizaje para ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que viven en las zonas rurales. En primer lugar, multiplicando los conocimientos, facilitando la información y brindando acceso a energía fotovoltaica, así, ser parte del cambio que siempre quiso tener.